“Cami,
soy un aventurero y los aventureros dejan a sus nuevos amigos para volver con
sus viejos amigos a quienes dejaron para hacer a los nuevos.” Flapjack- Isla
acaramelada.
Fotografia: Amigas. En Morelia, Michoacan. |
Hace
años viendo el canal de los dibujos animados con mi pequeño primo, escuche esta
frase que no tardaría demasiado en volver parte de mí. “Cami, soy un aventurero y los aventureros dejan a sus nuevos amigos
para volver con sus viejos amigos a quienes dejaron para hacer a los nuevos.” Y
es que hay tanta verdad en ella, sobre todo si uno se ha acostumbrado a ir y
venir. Y me refiero a ese ir y venir propio de estar en nuevos lugares, llámale
vecindario, escuela, parque, trabajo, ciudad, nevería, país, continente. Cualquier
lugar donde la interacción humana sea posible.
En
el 2014 me traslade a la ciudad de Guanajuato en México, donde pasaría siete
semanas con fines académicos. Tenía veinte años y era mi primera vez viviendo
sola. Mis expectativas eran las más grandes para ese viaje, por supuesto.
Tendría la oportunidad de recorrer una ciudad Patrimonio de la Humanidad por mi
propia cuenta. No tarde en encontrar personas increíbles y que se volverían grandes
amistades. Despedirme de ellos fue realmente difícil. Pero el mundo es pequeño
y volvería a encontrar a dos de ellas menos de un año después en su propia
ciudad, Morelia, donde me recibieron calurosamente por cinco días y me
permitieron enamorarme de su bella ciudad.
Ese mismo año estuvo lleno de idas y venidas, a congresos, cursos en el
extranjero, todo con fines académicos. Conocí muchas personas, me di cuenta de
que como Flapjack, vivir aventuras implicaba el dejar constantemente a mis
viejos amigos para ir a por nuevos. Para 2015, toco iniciar el año en la ciudad
de Puebla (Quizá mi ciudad favorita en México), tras cuatro meses ahí, solo
puedo decir que las lecciones que me brindaron sin darse cuenta cada una de las
personas que conocí ahí, forman parte de la persona que soy hoy. Y sé que el
cambio continuara, porque aún quedan muchas aventuras por vivir.
Nunca te iras para siempre
Siempre aprenderás algo de todos
Nunca dejaras de extrañar la comida de casa
Siempre vivirás aventuras nuevas
Por Daniela P.C.